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En la teoría de juegos existen dos tipos de ellos, primero está el juego suma cero, el cual se caracteriza por que el ganador compensa sus ganancias con la derrota del otro, y por otro lado está el de suma no-cero, en donde el ganador no tiene por que ser uno solo, sino que ambos jugadores se pueden beneficiar o perder, del acuerdo al que se llegue. El primero de ellos es generalmente utilizado por aquellos negociadores agresivos que solo buscan obtener sus ganancias sin importar por sobre qué o quién tengan que pasar. Por otro lado, el otro tipo de juego es utilizado generalmente por alguien que sabe negociar sin tener que menospreciar al contrincante, por lo que la mayoría de las veces, por no decir siempre, obtienen mejores resultados que los jugadores suma cero.
Juegos en Política
Últimamente se ha podido observar como los políticos luchan por ganar el juego de quién llega al poder. Este juego ha tomado una sola forma de prevalecer en donde todos juegan al "suma cero". Como ejemplo tenemos las recientes elecciones de alcaldes y concejales, en donde se pudo apreciar la alegría de una de las partes por haber derrotado una vez más en cantidad a la otra parte, lo que demuestra que las campañas electorales y las posteriores celebraciones tienen un solo sentido, la derrota de la contra parte. Pero esta situación se extiende aun más allá, en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos. En el último periodo electoral se ha visto como ambos candidatos intentan mostrarle al mundo las debilidades del otro para así poder ganar la mayor cantidad de votos posibles en base a la devaluación del contrincante, lo que demuestra nuevamente una búsqueda de ganancia en base a la derrota del otro, o sea, juego suma cero.
Lamentablemente esto se está dando siempre como algo normal en la política mundial, claramente no puede existir más de un candidato electo por elección, ya casi no existe el juego limpio, y ni se considera jugar un juego suma no-cero en donde ambos se puedan beneficiar, y donde por lo menos se le dé el espacio de quedar bien al otro como un respetable competidor, lo que incluso le daría mayor credibilidad al ganador. Desgraciadamente esto ultimo no se ve como algo posible de suceder, o por lo menos no en un futuro cercano.
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